lunes, 17 de marzo de 2014

Restaurantes: Pandelujo, Madrid


Pandelujo es un restaurante ubicado en una antigua fábrica de pan, reconvertido en un gran espacio actistalado que combina dos ambientes jugando con la iluminación: uno por el día, y otro por la noche. Elaboran platos mediterráneos con un toque actual y ligeras influencias internacionales creados por el televisivo chef Alberto Chicote.

La visita fue con motivo de una ocasión especial, una noche de verano, y nos sentaron en la mesa perfecta. Hay un patio interior con un lago que refresca y relaja con el sonido del agua, simplemente genial.
Y la cena fue estupenda, cuentan con un surtido de panes increíble: de cebolla, de tomate y orégano, de aceitunas, de pasas y cereales, de vino tinto... de ahí el nombre del restaurante supongo! Los platos no son abundantes, pero compartiendo algo para picar te quedas muy bien. Allá vamos con la cena:

PRIMEROS: A compartir: Berenjenas crujientes con miel de caña y Foie con mermelada de zanahoria sobre sobaos pasiegos.


 
 PRINCIPALES: Bacalao al carbón con verduras - Steak Tartar de solomillo - Albóndigas trufadas con patatas en tempura - Chipirones encebollados con sus patitas en tempura (el mío!).


POSTRES: A compartir: Tarta de Queso y Jengibre y Torrijas de Brioche caramelizada con helado de Canela.



  • Lo mejor: El espacio y el restaurante, increíble
  • Lo peor: Son un poco lentos y despistados...
  • Nota Come y Cuenta: 8 / 10
  • Precio: No pude ver la cuenta porque fue una invitación, ¡lo siento! Pero precio medio debieron ser unos 20-25 p/p sin vino.

Información Útil:
Dirección: c/ Jorge Juan 20, Madrid.
Teléfono: 914 36 11 00

Terraza:
Página Web: Pandelujo


Bienvenidos a mi blog... y Gracias por leerme :)



"Comer es un placer."

2 comentarios:

  1. Que buena pinta, me quedo con los postres, cuando bajemos a Madrid, nos tienes que hacer alguna recomendación!!!

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  2. La mejor tarta de queso que me he comido en mi vida! Y lo dice un fanático de las cheescakes. Cremosa pero sin pasarse, con una buena base de galleta, y con el puntito salado de sabor a queso que toda tarta de queso debe tener. Todo lo demás que probé no se quedó atrás. Y me gustó el detalle de cortesía al empezar, el platito con un aceite espectacular y con hojita de albahaca recién cortada en la misma mesa. El local además es precioso, vale mucho la pena.

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